Un nuevo estudio científico ha permitido la observación y caracterización de un "corazón caliente" de magma debajo de la isla de Tenerife. El magma está situado a menos de 10 kilómetros de profundidad desde la boca del volcán Teide y podría ser una señal precursora de un proceso eruptivo.
Los investigadores han utilizado una nueva técnica de tomografía sísmica para analizar la microsismicidad localizada en el interior de la isla y han descubierto que es posible la presencia de pequeños reservorios magmáticos a profundidades inferiores a los cinco kilómetros en la corteza por debajo de la caldera de Las Cañadas.
Estos reservorios permiten al magma enfriarse, cambiando su composición química hacia la fonolita, un tipo de magma potencialmente explosivo, y pueden ser la fuente de erupciones muy explosivas como la que ocurrió en el volcán de Montaña Blanca hace alrededor de 2.000 años. El estudio también sugiere por qué las erupciones en Tenerife que ocurren fuera de la caldera de Las Cañadas tienen un carácter más efusivo. Los resultados del estudio han sido publicados en el "Journal of Geophysical Research".
Los científicos esperan que estos hallazgos ayuden a interpretar el incremento de la sismicidad en Tenerife y la emisión de dióxido de carbono por el cráter del Teide, y puedan ser utilizados para detectar posibles procesos eruptivos en Tenerife en el futuro.
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