La Guardia Civil de la Comandancia de Las Palmas, en colaboración con los agentes de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria y el Cuerpo General de la Policía Canaria, ha llevado a cabo una importante labor de vigilancia en los senderos y zonas de acampada de la isla. Esto se debe a la alerta declarada el pasado domingo 30 de julio y a la necesidad de prevenir incendios forestales, especialmente dada la importancia que este fenómeno tiene todos los años.
El objetivo principal de estas labores de vigilancia es concienciar a todos los ciudadanos que se encuentran en el monte sobre la importancia de adoptar buenas prácticas y prevenir cualquier tipo de irregularidad en el campo que pueda desencadenar una catástrofe. Las altas temperaturas aumentan considerablemente el riesgo de incendios forestales, por lo que es fundamental extremar las precauciones y evitar actividades que puedan entrañar un peligro.
Además, la Guardia Civil ha llevado a cabo vigilancia aérea mediante vuelos en helicóptero para realizar reconocimientos visuales y detectar posibles situaciones de riesgo. Posteriormente, se ha comunicado esta información a los agentes que se encuentran en tierra para proceder a la identificación de las personas que se encuentren en zonas restringidas o realizando actividades prohibidas.
En este sentido, las autoridades hacen hincapié en la importancia de seguir las recomendaciones y restricciones establecidas para garantizar la seguridad tanto de los ciudadanos como del entorno natural. Se insta a la población a abstenerse de realizar actividades que puedan entrañar un riesgo de incendio, como encender fuego, hacer barbacoas o arrojar colillas de cigarrillos en áreas forestales.
La prevención es fundamental para evitar tragedias y preservar el valioso patrimonio natural de Gran Canaria. Por ello, se hace un llamado a la responsabilidad y al compromiso de todos los ciudadanos para colaborar en la protección del medio ambiente y garantizar la seguridad de todos.
