En un giro inesperado, el Presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, revirtió su decisión de renunciar a su cargo. Aunque había comunicado a su círculo cercano su intención de anunciar su dimisión ante la Asamblea General del fútbol español, cambió de parecer en la noche previa al evento. Frente a los 75 asambleístas presentes, Rubiales afirmó de manera enfática: "No voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir".
Rubiales reveló que había recibido muchas presiones para abandonar su puesto, pero defendió su posición ante la Asamblea. Afirmó que en España rige el imperio de la ley y que cualquier medida drástica debe estar respaldada por motivos legales. Enfatizó que la situación que enfrenta no se trata de hacer justicia, sino que siente que se está ejecutando un "asesinato social" en su contra.
El presidente de la Federación mostró su determinación al afirmar que defenderá su posición y que llegará hasta el final en este proceso. Rubiales afirmó que la campaña en su contra no responde a la verdad ni a la justicia, sino que tiene motivaciones personales y políticas. Criticó a los poderosos que están detrás de estas presiones y reafirmó su compromiso con la defensa del fútbol modesto desde que asumió el cargo.
En la reunión de la Asamblea General, que no siguió el orden del día ni incluyó votación, Rubiales explicó durante 40 minutos su versión de los acontecimientos relacionados con el gesto que realizó tras la victoria de la selección femenina de fútbol en el Mundial. Reconoció su error y pidió disculpas sinceras por su comportamiento.
Rubiales se refirió al beso que compartió con Jenni Hermoso, argumentando que no hubo intenciones maliciosas ni gestos inapropiados. Explicó que el beso fue espontáneo y mutuo, basado en una relación de camaradería y respeto. Sostuvo que la reacción mediática y las acusaciones en su contra son exageradas y que algunas personas están utilizando la situación para sus propios fines.
El presidente de la Federación Española de Fútbol aprovechó la oportunidad para dirigirse a aquellos que lo han criticado y acusado públicamente. Hizo un llamado a la igualdad real y diferenciación entre verdad y mentira, criticando lo que llamó "falso feminismo". Anunció su intención de ejercer acciones legales contra quienes lo han acusado injustamente.
En su emotiva intervención, Rubiales también manifestó su amor por el país y su compromiso con el deporte. Afirmó que aunque cometió un error, no merece el trato que ha estado recibiendo durante los últimos cinco años. Expresó la necesidad de reflexionar sobre la situación de falta de libertad y presiones en el país y defendió su papel en la recuperación del fútbol en España.
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