En una tarde tensa en Las Palmas de Gran Canaria, un hombre de unos 30 años fue detenido después de un violento altercado en la comisaría de la Policía Local ubicada en el parque de Santa Catalina. Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 18.00 horas del sábado, cuando el individuo irrumpió en la comisaría exigiendo un arma y se lanzó rápidamente hacia el agente más cercano a la puerta.
El hombre, visiblemente alterado, agredió al agente propinándole un fuerte puñetazo en el rostro y rompiendo sus gafas. Posteriormente, intentó arrebatarle la pistola al agente en un violento forcejeo. A pesar de la ferocidad del ataque, el intento de quitarle el arma no tuvo éxito, en parte debido a la resistencia del agente y en parte porque es un proceso complejo. En ese momento, otros agentes presentes en la comisaría intervinieron de inmediato, sometiendo al individuo, procediendo a su detención y colocándole las esposas.
El agente agredido fue atendido de inmediato por las lesiones sufridas durante el incidente. Cabe destacar que la Unión Sindical de Policía de Las Palmas ha expresado preocupación en el pasado por la seguridad en las comisarías, especialmente en la del Santa Catalina. Han denunciado y solicitado en repetidas ocasiones que se refuerce la seguridad en estos lugares, especialmente después de las obras de mejora que dejaron la entrada del edificio con una puerta de cristal sin protección ni barrera de seguridad. Esta falta de seguridad fue evidente en situaciones como la ocurrida el pasado sábado, donde la interacción directa con el público llevó a un incidente violento.
Fuentes consultadas han señalado que el agente agredido se encuentra en buen estado de salud y ya había expresado su preocupación anteriormente por la falta de seguridad en la entrada de la comisaría debido al diseño inapropiado de la puerta de cristal transparente. Además, señalan que la falta de sistemas de climatización adecuados en el edificio obliga a mantener la puerta abierta, lo que aumenta la vulnerabilidad del personal y de los ciudadanos que visitan las dependencias policiales. A pesar de los esfuerzos realizados por los sindicatos y colectivos para alertar a las autoridades sobre estas deficiencias, las obras continúan sin tener en cuenta la seguridad del personal y los ciudadanos atendidos en estas instalaciones.
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