El municipio de Telde se volcó este viernes en la celebración del Día de Canarias con una jornada repleta de actividades culturales que llenaron el casco histórico de San Juan de música, tradición y alegría. La emblemática zona se transformó en el corazón de la identidad canaria, atrayendo a miles de personas que disfrutaron de un variado programa con raíces profundamente isleñas.
Desde primera hora, el entorno se animó con una feria de artesanía y productos locales en la que más de 60 artesanos y productores exhibieron su talento y el sabor característico del Archipiélago. La mezcla de aromas a gofio y queso, junto al inconfundible sonido del timple, envolvió el ambiente en una atmósfera festiva que cautivó tanto a residentes como a visitantes.
El folclore se convirtió en el gran protagonista de la jornada gracias a las actuaciones de reconocidas agrupaciones como la Escuela Municipal de Folklore de Telde, la Parranda El Volumen, el Grupo Arnao, Tagor, Amigos del Roque y Goretes de Lourdes, quienes ofrecieron emocionantes interpretaciones del repertorio tradicional canario.
La Casa Condal también tuvo un papel destacado, al convertirse en un espacio de encuentro para la música en directo y las visitas al Museo Etnográfico. Paralelamente, las familias pudieron disfrutar de talleres infantiles, juegos populares y demostraciones de antiguos oficios canarios como el juego del palo o el levantamiento del arado, que sorprendieron por su destreza y autenticidad.
Uno de los momentos más esperados fue el animado desfile de la Banda de Agaete y los icónicos Papahuevos, que llenaron de colorido y diversión las calles del centro histórico, desatando la alegría de grandes y pequeños con su contagioso ritmo.
La jornada culminó con dos exposiciones dedicadas a la indumentaria tradicional. Por un lado, la Ermita de San Pedro Mártir acogió la muestra Trajes tradicionales de Gran Canaria, mientras que las Casas Consistoriales presentaron Vestimenta tradicional de Telde, ambas muy aplaudidas por su valor patrimonial y estético.
Telde vivió así una auténtica fiesta de la identidad canaria, uniendo pasado y presente en una celebración que reafirmó el orgullo por las raíces y costumbres del Archipiélago.
