El Ayuntamiento de Telde, a través de la Concejalía de Medioambiente liderada por Álvaro Monzón, realizó el plan de conservación de la nave del puente de los Siete Ojos al Consejo Municipal de Patrimonio Cultural para su revisión.
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Recientemente, Monzón se reunió con Amara Florido, una historiadora del arte, quien mostró interés en las medidas propuestas por el Ayuntamiento para preservar la nave municipal y transformarla en un centro de recepción de la Casa Verde, que es un centro municipal de recursos ambientales. Ambos coincidieron en que es necesario tomar medidas urgentes para recuperar la estructura debido a sus características únicas.
La nave municipal es un edificio singular con paredes almenadas del siglo XIX, que una vez fue utilizado como un almacén agrícola para el empaquetado de tomates, siendo uno de los primeros de su tipo en Canarias. Posteriormente, se atribuye como almacén para los servicios municipales de limpieza y hoy en día su uso es muy limitado debido a problemas estructurales. El edificio se encuentra ubicado en el cruce de las carreteras de la Higuera Canaria y Jinámar, junto al barranco Real de Telde, y cuenta con una superficie aproximada de 525 metros cuadrados y un perímetro cercano a los 108 metros.
El plan propuesto por el Ayuntamiento se basa en la necesidad de cuidados arquitectónicos y de mantenimiento básico para preservar la estructura, ya que ha sufrido un deterioro importante. También se propone la instalación de paneles fotovoltaicos para cubrir el techo, ya que la falta de un techo adecuado ha causado problemas de humedad en el interior del edificio. Aunque aún no se han llevado a cabo estudios en profundidad sobre el carácter excepcional del inmueble, Monzón considera que la conservación y puesta en valor del edificio es justificable.
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