Este lunes, el servicio de Urgencias del hospital Insular de Gran Canaria colapsó debido a la saturación crónica que sufre el centro sanitario, algo que la plantilla hospitalaria vino alertando en llamamientos públicos desde hace tiempo.
Cerca de 70 personas tuvieron que ser acomodadas en los pasillos debido a la falta de espacio, mientras que otras 130 esperaron ingreso hospitalario. Las ambulancias también se vieron afectadas, quedando bloqueadas en la entrada del hospital durante tres horas.
El secretario del Consejo Canario de Enfermería, Luis Vega, explica que el colapso ha ido empeorando desde febrero y que no se vislumbra ninguna respuesta por parte de la administración para solucionar el problema.
Los trabajadores denuncian que la situación asistencial es caótica e insostenible, y el número de personas que permanecerán en el hospital a pesar de tener el alta hospitalaria ha llegado a cien. Vega pide que se habiliten plazas sociosanitarias para que estas personas puedan ser derivadas a un centro adecuado y liberar así un 20% de las camas hospitalarias.