San Gregorio

San Gregorio es un área ubicada en la ciudad de Telde en la costa este de Gran Canaria, en las Islas Canarias, de España. Telde es la segunda ciudad más grande de Gran Canaria, conocida por su rico patrimonio histórico y cultural. San Gregorio se encuentra al norte de Telde y es una zona residencial fundamentalmente de casas adosadas y viviendas unifamiliares. Hay varios parques y plazas pequeños en la zona, así como una serie de negocios locales como tiendas, cafeterías y restaurantes. 

Uno de los lugares más famosos de San Gregorio es la Iglesia de San Gregorio, una iglesia construida en el siglo XVII que es una mezcla de muchos estilos arquitectónicos. La iglesia está considerada patrimonio cultural e histórico y es un importante atractivo turístico de Telde. En general, San Gregorio es un barrio tranquilo y pacífico que te da una idea de la rica historia y cultura de Telde y las Islas Canarias.

San Gregorio, cuyo epicentro se sitúa en la arbolada plaza del mismo nombre, donde se ubica la Iglesia de San Gregorio. La zona es también una de las zonas comerciales más importantes de Telde, por lo que no solo te sumerges en la historia y la arquitectura. La actual iglesia neoclásica del siglo XIX ha sustituido a la ermita original de Los Llanos de San Gregorio del siglo XVI, como centro religioso de una comunidad entregada en cuerpo y alma a la explotación de la caña de azúcar. La comunidad también incluía muchos esclavos que vivían en varias fábricas de la zona. 

Esta fue ampliada en el siglo XVIII (esta ampliación corresponde a la puerta sur del templo actual). Sin embargo, lo que vemos hoy es fruto de una nueva intervención a finales del siglo XVIII, cuando se añadió una fachada neoclásica que pasó a ser la fachada principal. Después de ver la iglesia, caminamos por la Avenida de la Constitución, la calle principal de la zona, muy agradable y peatonal. 

A ambos lados de la calzada vemos la existencia de edificios de una y dos plantas que nos recuerdan a la antigua Telde. Están al lado de nuevos edificios, bares, restaurantes y muchas tiendas. También vale la pena observar las calles cercanas, muchas de las cuales conservan el carácter colonial de siglos anteriores, con casas pálidas casi siempre de uno o dos pisos de altura.