El archipiélago canario está viviendo una ola de calor sin precedentes, con cinco días consecutivos en los que las temperaturas superan los 30 grados Celsius. La situación, que afecta a todas las islas, no muestra señales de mejora antes del fin de semana.
Este jueves, el sur de Gran Canaria se convirtió en un atractivo para los turistas que buscan refrescarse en sus playas, aprovechando las altas temperaturas que se han mantenido constantes. La afluencia de visitantes en busca de un baño en el mar fue notable.
Sin embargo, el calor ha generado preocupación en la comunidad local. En el instituto de El Tablero, en Gran Canaria, los padres de los alumnos intentaron en vano que se suspendieran las clases debido a las condiciones extremas.
La situación no es muy diferente en Tenerife, donde en Adeje se experimentó una noche inusualmente calurosa y bochornosa, con temperaturas de 34 grados Celsius registradas en plena madrugada.
Las autoridades meteorológicas mantienen activas las alertas amarillas en todas las islas hasta el final de esta semana debido a las altas temperaturas y la baja humedad. Además, el riesgo de incendios forestales se ha extendido a todas las islas con vegetación arbórea, instando a la población a tomar precauciones y estar alerta ante cualquier emergencia.
La comunidad canaria se prepara para sobrellevar estos días de calor extremo, a la espera de una posible mejoría en las condiciones climáticas en los próximos días.
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