En un día soleado y lleno de diversión, Telde se vistió de fiesta para celebrar el cambio horario con una amplia gama de actividades que hicieron las delicias de cientos de familias. Entre risas y emoción, los residentes de la zona comercial abierta de San Gregorio se reunieron para disfrutar de un día repleto de entretenimiento.
El juego de la rana se destacó como la opción preferida de muchos, y Lara, entre tiro y tiro, no dudó en expresar su entusiasmo. Las calles Poeta Fernando González, Doctor Armario Gutiérrez, Alonso Quesada, Rivero Bethencourt, Navarra, la plaza y la avenida de la Constitución se convirtieron en una especie de ludoteca gigante. Los niños y sus padres se deleitaron con actividades diversas que incluían tiro con arco, castillos hinchables, un emocionante circuito de karts a pedales y una versión gigante de "hundir la flota".
Uno de los momentos cumbre del día fue el pasacalles, que atrajo a cientos de familias en torno a su animado recorrido. Este evento no solo brindó diversión, sino que también cumplió con su objetivo de impulsar el sector de la restauración local. Las terrazas de los restaurantes estaban repletas de comensales durante toda la mañana, demostrando el impacto positivo de esta iniciativa en la economía local.
La programación, elaborada por la Concejalía de Desarrollo Local bajo la coordinación de Nayra Navarro, ofreció música como plato fuerte para dar la bienvenida al cambio de horario. Frente a la plaza, las bandas Aseres y Tabaiba, junto con el DJ Esteban Pérez, hicieron vibrar a una multitud que llenó la zona comercial abierta.
Quienes preferían un ambiente más íntimo tuvieron la oportunidad de disfrutar de actuaciones musicales en los numerosos locales de restauración de las calles circundantes. La diversidad de opciones aseguró que todos los gustos fueran satisfechos.
Telde celebra dos veces al año su evento "Telde cambia la hora", una iniciativa de dinamización comercial respaldada por una subvención de 50,000 euros de la Consejería de Presidencia del Cabildo de Gran Canaria. Con la exitosa jornada de diversión y entretenimiento que se vivió, esta tradición se ha convertido en una cita imperdible para la comunidad local.