La falta de vigilancia policial y de control municipal en el Mercadillo de Jinámar, en Telde, ha generado un ambiente de descontrol que afecta tanto a la imagen del mercadillo como a la seguridad de los usuarios y comerciantes. Cada domingo, el espacio se llena de manteros y puesteros sin los permisos correspondientes, generando quejas y malestar entre los usuarios y propietarios de los puestos legales.
Juan Medina, presidente de la asociación La Solidaridad, denuncia la invasión del espacio por parte de manteros y puesteros ilegales debido al descontrol existente. Medina resalta que esta situación no solo afecta la imagen del mercadillo, sino que también crea inseguridad. Exige al Ayuntamiento de Telde que tome medidas urgentes para abordar esta problemática arraigada con el tiempo.
Medina destaca la falta de control no solo en la presencia de puestos sin permiso, sino también en las medidas sanitarias y protocolos de seguridad, especialmente preocupante en el nivel 4 de alerta por amenazas terroristas en Canarias. Asegura que la seguridad de las 1,000 a 2,000 personas que pueden coincidir en el mercadillo no está garantizada, y vehículos no autorizados pueden entrar sin obstáculos.
Un puestero anónimo agrega que la falta de zonas de evacuación y salidas de emergencia, así como la obstrucción de accesos por vehículos, contribuyen a la inseguridad. Se menciona un incidente hace dos años donde una ambulancia tuvo dificultades para salir, afectando a una persona con un infarto.
Los comerciantes y usuarios solicitan una mayor presencia policial y control por parte del Ayuntamiento. La concejala de Mercados, Carmen Batista, asegura que se reforzará la vigilancia para garantizar el cumplimiento de la ordenanza municipal y que solo las personas autorizadas puedan vender en el mercadillo. Se pedirá la documentación correspondiente, y en caso de carecer de ella, se ordenará el desmontaje.
La institución local se compromete a mejorar la actividad tradicional del Mercadillo de Jinámar, asegurando que se realice dentro de la legalidad y con garantías de seguridad. La concejala subraya que están trabajando para convertir el mercadillo en un referente en la isla, mejorando con el tiempo y beneficiando tanto a los vendedores legales como a los ciudadanos que acuden a comprar.