Desde hace años, la calle Orquídea, en La Garita, permanece cerrada al tráfico debido a riesgos de derrumbe.
Tras una inspección técnica, el ayuntamiento determinó la necesidad de clausurarla, colocando vallas que, con el paso del tiempo, han sido desplazadas o deterioradas, o hay quien se dedica a quitarlas, dejando la vía aparentemente accesible.
Vecinos y la AAVV Punto y Seguido han denunciado repetidamente la situación, alertando sobre el peligro de accidentes. Exigen al ayuntamiento medidas urgentes, como la regulación del tráfico con semáforos o la reparación de la ladera, cuya estabilidad preocupa.
Sin embargo, la empresa propietaria del terreno aún no ha actuado, y el problema persiste, generando incertidumbre entre quienes transitan la zona.