Anxo Queiruga, presidente de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE), alerta sobre el uso indebido de tarjetas de estacionamiento para personas con movilidad reducida (PMR), una práctica que, aunque ha disminuido un 45% en Madrid, sigue siendo común en muchas ciudades.
Queiruga denuncia que muchos fraudes los cometen familiares del titular, incluso tras su fallecimiento, y que estas acciones vulneran los derechos de quienes realmente necesitan estas plazas. Subraya que no se trata de un privilegio, sino de una necesidad para garantizar la autonomía y la vida social de las personas con discapacidad.
El presidente de COCEMFE propone combinar educación cívica con sanciones más duras, como la retirada de puntos del carné y la pérdida definitiva de la tarjeta en caso de reincidencia. También aboga por el uso de tecnología, como chips identificativos, para evitar manipulaciones.
Finalmente, insiste en que la accesibilidad es un derecho y que ocupar indebidamente una plaza PMR, aunque sea “solo un momentito”, puede impedir que alguien acuda al médico o al trabajo. “Respetar estas plazas es una cuestión de justicia social”, concluye.
