La UD ha vivido momentos complicados en las últimas semanas debido a los malos resultados obtenidos en las últimas jornadas. Las sensaciones en cuanto al rendimiento del equipo no eran las mejores y se instaló la duda en el club acerca de la conveniencia de mantener a García Pimienta como entrenador.
Ante esta situación, el presidente de la entidad, Miguel Ángel Ramírez, y el director deportivo, Luis Helguera, han mantenido conversaciones en las últimas horas para decidir qué hacer al respecto. La destitución del técnico estuvo sobre la mesa, pero finalmente se optó por la medida conservadora de no tomar ninguna decisión precipitada y confiar en que Pimienta pueda revertir la situación.
Es cierto que el equipo está atravesando un prolongado bache que pone en peligro el objetivo del ascenso directo, por lo que se hace necesario hacer cambios. Desde la dirigencia se ha dejado claro que se deben implementar medidas que permitan al equipo recuperar el nivel de juego que lo llevó a ser uno de los favoritos para ascender a la Liga Santander.
En este sentido, los próximos dos compromisos serán determinantes para decidir el futuro del equipo. Las salidas a Zaragoza y EIbar serán un verdadero examen para la UD, ya que deberá enfrentarse a dos equipos difíciles que están luchando por la permanencia en la categoría. Por lo tanto, se espera una respuesta positiva del equipo y una mejora en el rendimiento en ambos encuentros.
En conclusión, la decisión de mantener a García Pimienta como entrenador ha sido tomada con prudencia y cautela, pero no se descartan cambios en el equipo si los resultados no mejoran en los próximos partidos. Es necesario que la UD recupere su nivel de juego y demuestre que tiene el potencial necesario para ascender a la Liga Santander.