En la primera votación de la investidura de Alberto Núñez Feijóo como presidente del Gobierno, el diputado del PSOE, Herminio Sancho Iñiguez, dio un susto momentáneo al votar "sí" a Feijóo, aunque rectificó de inmediato. La votación concluyó con 172 votos a favor (PP, VOX, UPN y Coalición Canaria) y 178 en contra (PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV y BNG). Esto significa que Feijóo no será presidente a menos que algo cambie en la segunda votación prevista para el viernes.
Durante el debate, Feijóo centró sus intervenciones en la creencia de que Pedro Sánchez logrará su objetivo de ser reelegido, sin importar los principios, mostrando su disposición a ceder a las demandas de partidos como ERC y Carles Puigdemont. Esta estrategia fue criticada por Feijóo, quien acusó a Sánchez de claudicar ante el secesionismo y delegar su respuesta en otro diputado.
Feijóo se declaró vencedor moral del debate, afirmando que se ha demostrado que existe una alternativa al modelo de chantajes y concesiones, y que los ciudadanos votaron sin tener toda la información. Algunos posibles aliados de Sánchez no dieron por sentado que habrá un nuevo Gobierno socialista, manteniendo la incertidumbre sobre el futuro político.
En el segundo día del debate, los partidos como Bildu y el PNV dejaron claro su apoyo al PSOE. Bildu argumentó que lo hacía por razones antifascistas, en defensa de la clase trabajadora y por la supervivencia de la nación vasca. Por su parte, el PNV mantuvo la puerta abierta a la repetición de elecciones, lo que fue interpretado como una estrategia negociadora.
En resumen, el debate de investidura de Feijóo estuvo marcado por sustos momentáneos, estrategias políticas y la incertidumbre sobre el futuro del Gobierno.
