Una persona experimentó un desvanecimiento repentino en las cercanías de la piscina de un reconocido hotel. Ante esta situación de emergencia, el servicio de asistencia telefónica 1-1-2 fue alertado de inmediato y puso en marcha todos los recursos necesarios para brindar ayuda.
En cuestión de minutos, un técnico de emergencias sanitarias del Servicio de Urgencias Canario (SUC), quien se encontraba fuera de servicio pero en las proximidades, llegó al lugar y evaluó rápidamente la condición del afectado. Con gran preocupación, constató que se encontraba en parada cardiorrespiratoria y no dudó en iniciar maniobras de reanimación de manera inmediata.
El personal del SUC y del centro de salud local se unieron a los esfuerzos del técnico y continuaron aplicando maniobras avanzadas de reanimación cardiopulmonar con el objetivo de restablecer las funciones vitales del paciente. Tras intensos momentos de trabajo conjunto, lograron recuperar el pulso del individuo.
Una vez estabilizado, se procedió a su evacuación en una ambulancia medicalizada hacia una zona cercana donde había sido dispuesto el aterrizaje de un helicóptero medicalizado del SUC. Esta aeronave especializada en situaciones críticas se encargó de trasladar al paciente al hospital mencionado, donde recibiría la atención médica especializada que requería.
Durante todo este proceso, los efectivos de Bomberos jugaron un rol fundamental al asegurar las maniobras tanto para el aterrizaje como para el despegue del helicóptero. Su experiencia y destreza contribuyeron a garantizar un traslado seguro y efectivo del paciente, maximizando así sus posibilidades de sobrevivir.
La colaboración de la Policía Local también fue destacable, ya que trabajaron en conjunto con el resto de los recursos de emergencias para garantizar la seguridad de todos los presentes y facilitar el desarrollo fluido de las labores de rescate y asistencia.
Este incidente resalta la importancia de contar con un sistema de emergencias eficiente y la rápida respuesta de los profesionales capacitados para hacer frente a situaciones críticas. La pronta actuación del 1-1-2, el valioso trabajo del personal sanitario, los bomberos y la policía, así como el uso de recursos especializados como el helicóptero medicalizado, fueron determinantes en el éxito de esta operación de rescate y reanimación.