La UD Las Palmas llegó al parón por selecciones de octubre en una posición que, si bien no era la ideal, ofrecía cierto alivio y optimismo a sus seguidores. El equipo se ubica en el décimo lugar de la tabla clasificatoria, con una distancia de cinco puntos sobre la zona de descenso, actualmente ocupada por el Celta de Vigo. Este sólido desempeño se complementó con la reciente victoria a domicilio ante un rival de envergadura, el Villarreal, que está compitiendo en Europa.
El partido en La Cerámica fue una sucesión de buenas noticias para el equipo amarillo. Los cambios en la alineación inicial resultaron acertados, la defensa mostró una solidez encomiable, y la delantera exhibió frescura y dinamismo. Coco marcó un gol espectacular, mientras que Marc respondió con otro tanto, reafirmando su merecida titularidad. Incluso los suplentes que entraron en el partido mantuvieron el nivel del equipo durante todo el encuentro, lo que culminó en una victoria por 2-1.
Sin embargo, en medio de la celebración por la victoria, surgió una nota discordante. Jonathan Viera, el capitán del equipo, volvió a estar en el banquillo por segunda jornada consecutiva. Esta decisión sorprendió a muchos, especialmente después de las declaraciones polémicas de Viera tras el partido contra el Celta de Vigo, en las que sugirió que su tiempo en el equipo podría estar llegando a su fin.
García Pimienta, el entrenador de Las Palmas, justificó su elección como una decisión táctica y destacó el rendimiento de otros jugadores que estaban en condiciones de jugar. Viera no había estado en el banquillo en dos partidos consecutivos desde hacía ocho años en Las Palmas.
Este escenario plantea un desafío importante para Pimienta, ya que debe manejar una situación delicada con su capitán. Viera y su representante habían expresado sus inquietudes en el pasado, y el jugador parece tener la cabeza en otro lugar donde la presión no sea una constante. A pesar de tener contrato con Las Palmas, los próximos meses podrían resultar largos mientras se buscan soluciones.
Mientras el equipo disfruta del éxito en La Cerámica, Pimienta tendrá la tarea de restablecer la comunicación y encontrar una solución que beneficie tanto al club como a Jonathan Viera en este período de parón de selecciones.
