La presidenta del Congreso, Francina Armengol, y el presidente del Senado, Pedro Rollán, encabezaron el miércoles el primer Izado Solemne de la Bandera de España en la plaza de la Marina del Senado, conmemorando así el 45 aniversario de la Constitución española. Acompañados por el jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante Teodoro López Calderón, los líderes de las Cortes Generales inauguraron la ceremonia que precedió al acto principal en el Palacio del Congreso.
Este evento contó con la presencia del nuevo Gobierno de coalición, altas autoridades del Estado, el líder de la oposición Alberto Núñez Feijóo y al menos seis presidentes autonómicos, incluido Fernando Clavijo, presidente del Gobierno de Canarias. Clavijo aprovechó la ocasión para abogar por un "debate sosegado" que permita la actualización de la Carta Magna.
"La Constitución que nos une y define cumple 45 años. Tras más de cuatro décadas contribuyendo al avance, ha llegado el momento de abrir un debate sosegado para actualizarla", expresó el presidente canario, señalando la necesidad de avanzar en el autogobierno de las autonomías y reconocer la ultraperificidad de Canarias anclando su Régimen Económico y Fiscal (REF).
En contraste, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, celebró el aniversario de la Constitución como "símbolo de igualdad y libertad" y como el "marco fundacional de nuestra convivencia" en un país "moderno, diverso y plural". Sánchez participó en el acto institucional en el Congreso de los Diputados, marcado por controversias como la ley de amnistía, la falta de renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y la decisión de Podemos de abandonar a su socio de coalición.
La presidenta del Congreso, Francina Armengol, defendió la Constitución como "la cura más efectiva contra la discordia" y afirmó que es legítimo apostar por su renovación, especialmente en aspectos fundamentales como convertir el Senado en una auténtica cámara de representación territorial y responder a las exigencias del siglo XXI.
"Lo que no está de ninguna manera en discusión es nuestra total obligación de cumplirla. Deberíamos acatar todos y cada uno de sus preceptos, pero la realidad es que quedan asignaturas pendientes", subrayó Armengol durante su discurso en el Salón de Plenos del Congreso, en el que también estuvo presente el ponente de la carta magna, Miquel Roca.
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