La Concejalía de Limpieza Viaria y Recogida de Residuos del Ayuntamiento de Telde, bajo la dirección de María Calderín, junto con la Policía Local, han implementado un plan de acción para combatir los vertidos incontrolados en la ciudad.
Este esfuerzo coordinado busca mejorar la colaboración entre ambos departamentos y aplicar sanciones más severas a quienes realizan estas prácticas, que afectan directamente al bienestar de la comunidad y al entorno natural.
María Calderín subraya la importancia de la participación ciudadana en esta nueva estrategia, instando a los vecinos a denunciar cualquier actividad ilícita relacionada con el abandono de residuos. "La ciudadanía debe asumir un rol activo, denunciando y poniendo en conocimiento de las autoridades todas las prácticas delictivas de las que tenga conocimiento", destacó la concejala.
El pasado 15 de agosto se registraron seis incidentes de vertidos ilegales en diferentes puntos de Telde, incluyendo Caserones Bajos, Lomo Catela, y La Herradura. Este último caso involucró un vertido de uralita, un material tóxico que requiere un manejo especializado. Calderín también señaló el considerable coste económico y operativo que implica la retirada de estos vertidos, destacando que el personal de limpieza debe desviar su atención de las tareas programadas para atender estas emergencias.
La ordenanza municipal establece sanciones que varían según la gravedad de la infracción, desde multas de hasta 750 euros para infracciones leves, hasta 2 millones de euros para infracciones muy graves, como los vertidos de residuos peligrosos. El Ayuntamiento insiste en el impacto negativo que estos actos tienen sobre el medioambiente y el paisaje de la ciudad.
