Este Sábado, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife fueron testigos de manifestaciones masivas en defensa de la sanidad pública y contra la privatización encubierta del Banco de Sangre. En Las Palmas, cientos de personas y más de una decena de colectivos se unieron en las calles para reivindicar un servicio público y de calidad. Fernanda Gadea, portavoz del Espacio de la Confluencia de Gran Canaria, explicó que las razones para salir a las calles van más allá de la sanidad pública y que la manifestación es por la defensa de los servicios públicos en general.
La gestión de la sanidad canaria ha sido nefasta durante décadas, según Gadea, lo que ha llevado a que el sistema esté al borde del colapso. Por esta razón, los manifestantes no solo se quejaron, sino que también ofrecieron respuestas a los problemas del sector. La privatización supone desviar el dinero público, lo que significa que las manos privadas tienen que estar fuera de los servicios públicos, comenzando por la sanidad, aseguró Gadea, quien es enfermera de profesión.
La radiografía del sistema sanitario canario es nefasta, casi un cáncer terminal, a pesar de tener unos recursos humanos inmejorables, el ambiente es de lo más hostil y sumamente duro, según Gadea. La sociedad no aguanta más, por lo que los trabajadores de la sanidad han salido a buscar respuestas a los problemas.
En Santa Cruz de Tenerife, alrededor de mil personas salieron a la calle para gritar que no hay negocio con la sanidad. Los manifestantes recorrieron el centro de la ciudad con pancartas que llevaban frases como "cuida a los que te cuidan", "llevo 24 horas trabajando, ¿te atiendo?", "se vende tu sangre", "no más contratos basura", "estamos hasta los fonendos" y "plantillas deficientes, riesgos para los pacientes".
Daniel Quintero, portavoz de ICHH Público, un colectivo en huelga desde hace 320 días, ha señalado que lo que buscan con la jornada reivindicativa es tener buenos contratos y que no haya listas de espera. Además, Quintero ha dejado claro al gobierno de Canarias que están allí defendiendo lo público y no van a parar.
En cuanto al Banco de Sangre, Quintero ha denunciado que el gobierno regional pretende una privatización encubierta, cambiando su modelo de gestión mediante la creación de una entidad pública empresarial, lo que supone una gestión público-privada que se critica en otras comunidades. "No queremos que se haga negocio con la sangre", ha proclamado Quintero, porque de ella "se sacan medicamentos, especialmente del plasma derivado", y por eso "no queremos que ninguna empresa de gestión privada vaya a tener que manejar ese capital".
En resumen, estas manifestaciones fueron un clamor popular en defensa de la sanidad pública y en contra de la privatización encubierta del Banco de Sangre. Los manifestantes denunciaron las deficiencias del sistema sanitario canario y la precariedad laboral de los trabajadores del sector.