El expresidente de la Federación Española de Fútbol (FEF), Luis Rubiales, ha sido citado como imputado por el juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge. La citación se programó para el viernes 15 de septiembre en relación con el incidente ocurrido al final de la final del Mundial femenino el pasado 20 de agosto en Sídney, en el cual Rubiales besó a la jugadora de la selección española Jenni Hermoso sin su consentimiento. La cita está programada para las 12:00 horas y requerirá la presencia de Rubiales en la sede del tribunal.
El juez ha admitido a trámite la querella presentada por la Fiscalía contra Rubiales por un presunto delito de agresión sexual y otro de coacciones a Jenni Hermoso, debido al beso no consentido y las posteriores presiones ejercidas sobre la campeona del mundo.
En el auto, el magistrado ha ordenado diversas diligencias, incluyendo la solicitud de vídeos a RTVE que capturen el momento del beso desde diferentes ángulos, así como los minutos previos y posteriores al incidente durante la ceremonia de entrega de medallas del Mundial femenino. También se ha solicitado el vídeo de la celebración en el vestuario publicado por El País, el vídeo de los momentos del beso y cualquier otro relacionado con los hechos publicado por el diario deportivo As, y el polémico vídeo grabado en el autobús de la selección española después de ganar el título del mundo, que se encuentra en La Vanguardia.
Luis Rubiales podría enfrentar una condena de entre uno y cuatro años de cárcel por su comportamiento, que también le costó su puesto como presidente de la FEF y como vicepresidente de la UEFA. La Fiscalía de la Audiencia Nacional presentó una querella contra él por agresión sexual y coacciones, castigado este último con una pena de entre seis meses y tres años de prisión. Esta acción legal se llevó a cabo tres días después de que Jenni Hermoso denunciara al entonces dirigente. Este paso era necesario para abrir un proceso penal en la Audiencia Nacional, ya que los hechos ocurrieron en el extranjero.
La Fiscalía argumenta que Rubiales cometió estos delitos al dar un beso en la boca a la futbolista mientras sostenía su cabeza sin su consentimiento. Además, alega que Jenni Hermoso y su entorno fueron sometidos a una presión constante por parte de Rubiales y su equipo profesional para que públicamente justificara y aprobara el acto, lo que afectó negativamente su vida.
Tras el incidente, Rubiales intentó que Jenni Hermoso minimizara el asunto e incluso le pidió que apareciera en un video de disculpas que preparaba la Federación. Sin embargo, la futbolista rechazó la solicitud, y Rubiales involucró al entonces seleccionador femenino Jorge Vilda en sus intentos de solucionar la situación.
El caso ha generado un gran revuelo en el ámbito deportivo y social, y la investigación legal continuará en el proceso judicial.
