La Princesa de Asturias, Leonor de Borbón, recibió el martes el prestigioso collar de la Orden de Carlos III en una ceremonia solemne celebrada en el Palacio Real. El acto, presidido por el Rey Felipe VI y en presencia del Gobierno y las principales autoridades del país, marcó un momento histórico en la vida de la heredera de la Corona de España.
Este reconocimiento está vinculado al servicio del Estado y a la monarquía parlamentaria, y representa un paso importante en la vida de la Princesa, quien expresó su gratitud por la distinción, así como por la concesión de las medallas del Congreso y del Senado, que la conectan con las instituciones que representan al pueblo español.
En un breve discurso, la Princesa Leonor destacó su compromiso "solemne y formal" con los principios democráticos y los valores constitucionales, que asume plenamente al alcanzar la mayoría de edad. Además, subrayó que ha prestado juramento de fidelidad al Rey, no solo a su persona, sino también a lo que la Corona simboliza y representa: la unidad y permanencia de España.
La Princesa quiso recordar las palabras que su padre, el Rey Felipe VI, le transmitió hace cinco años al imponerle el Toisón de Oro. En esa ocasión, el Rey instó a su primogénita a guiarse "permanentemente" por la Constitución, cumpliéndola y observándola, y a servir a España "con humildad" y plena conciencia de su posición institucional. Leonor afirmó que esas palabras estarán siempre presentes en su labor como futura reina de España.
La entrega del collar de la Orden de Carlos III y las palabras de la Princesa Leonor marcaron un hito en la historia de la monarquía española y simbolizaron su compromiso con el país y su responsabilidad como futura líder de la nación. El evento fue un momento significativo en su desarrollo como figura central en el futuro de España.
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