Anoche, cientos de personas se congregaron frente a la sede regional del PSOE en la capital grancanaria, ubicada en la avenida Juan XXIII. La concentración, convocada a través de las redes sociales, reunió a manifestantes con diversas demandas, incluyendo la dimisión del Gobierno y expresiones de apoyo a la Policía. También se escucharon cánticos exigiendo que Pedro Sánchez y Carles Puigdemont fueran "a prisión".
La presencia policial fue notable, con dos furgones de la Policía Nacional y un coche de la Policía Local en la zona. Los manifestantes resistieron estoicamente la lluvia, y el tráfico en la avenida Juan XXIII se vio afectado en uno de los carriles en dirección al mar. Algunos conductores mostraron su apoyo tocando el cláxon, mientras que otros expresaron su deseo de que el tráfico se mantuviera fluido.
Entre los asistentes, se identificaron algunas caras conocidas del Partido Popular, aunque mantuvieron un perfil bajo. Es importante destacar que la concentración no contaba con autorización, ya que no se había solicitado por los canales legales ante la Delegación del Gobierno. A pesar de esto, no se reportaron incidentes.
A nivel nacional, paralelamente, miles de personas se manifestaron en las inmediaciones de unas treinta sedes del PSOE en toda España para expresar su rechazo a la ley de amnistía que los socialistas están negociando con los partidos independentistas. Esta ley es parte de las conversaciones destinadas a asegurar el respaldo de los independentistas a la investidura de Pedro Sánchez.
A diferencia de las protestas previas que se realizaron cerca de las oficinas del PSOE y que fueron mayormente espontáneas, las manifestaciones de anoche sí tuvieron un promotor visible: la asociación juvenil Revuelta, creada en septiembre pasado y con afinidad a Vox. En sus estatutos, Revuelta se declara independiente de cualquier formación política, a pesar de su proximidad a Vox.
La protesta más concurrida tuvo lugar en Madrid, donde se rodeó el cuartel general del PSOE en la calle Ferraz. En esta manifestación se encontraban figuras destacadas como Santiago Abascal y el vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ambos de Vox. La concentración culminó con enfrentamientos entre los manifestantes y la policía, que lanzó salvas y gases lacrimógenos para evitar que la multitud rebasara el cordón policial. Según la Delegación del Gobierno, aproximadamente 3,800 personas participaron en esta concentración.
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