La situación en numerosas de las plantas del Hospital Insular, ha llegado a un punto crítico debido al estado deplorable del mobiliario. Los pacientes se ven obligados a comer en mesas oxidadas y a sentarse en sillones rotos, lo que ha generado un clamor generalizado por condiciones más dignas.
La denuncia llega tanto de familiares como de personal del hospital, quienes exigen una intervención inmediata para mejorar las condiciones de las habitaciones. "Nuestros pacientes tienen derecho a utilizar un mobiliario en condiciones", afirman, señalando que la falta de acción hasta el momento es inaceptable.
Las autoridades del hospital aún no han emitido una respuesta oficial, pero la presión de la comunidad hospitalaria y de la sociedad en general está aumentando. La situación actual no solo afecta la comodidad de los pacientes, sino también su dignidad y calidad de vida durante el tratamiento. Se espera que la dirección del hospital tome medidas rápidas y efectivas para resolver este problema.