Las condiciones climáticas juegan un papel crucial en la propagación de incendios. Mientras que el fuego en verano puede ser devastador, en invierno, bajo un clima húmedo, las llamas tienden a ser pequeñas, lo que permite la eliminación controlada de parte de la vegetación.
Vía Gran Canaria mosaico.
Esta práctica, conocida como quemas prescritas, imita los fuegos que ocurren naturalmente en la naturaleza, especialmente en Canarias, donde los incendios por rayos suelen darse en los meses húmedos vinculados a las borrascas atlánticas.
Estos incendios naturales de baja intensidad ayudan a mantener el equilibrio ecológico, al quemar solo una parte del sotobosque. Las quemas prescritas replican este proceso, siendo una herramienta clave para prevenir futuros incendios forestales y conservar los ecosistemas.
Antiguamente, los agricultores y ganaderos utilizaban esta técnica para reducir la vegetación y crear pastos. Hoy en día, las quemas prescritas son realizadas por personal especializado, que garantiza la seguridad y la protección del ecosistema durante el proceso.