Las fuertes rachas de viento registradas este jueves en Gran Canaria han complicado las operaciones aéreas, afectando a varios vuelos. Un avión procedente de Madrid tuvo que ser desviado al Aeropuerto de Fuerteventura debido a las condiciones adversas en su destino original.
El fenómeno conocido como cizalladura del viento, que provoca cambios bruscos en la dirección y velocidad del aire, ha obligado a varias aeronaves a frustrar maniobras de aterrizaje por seguridad. Algunas de ellas han tenido que considerar aeropuertos alternativos para completar sus trayectos.
Estas aproximaciones fallidas han generado retrasos y preocupación entre los pasajeros, aunque, en la mayoría de los casos, los vuelos han logrado aterrizar tras repetir la maniobra o esperar una mejora en las condiciones meteorológicas. Finalmente, el vuelo desviado a Fuerteventura pudo regresar a Gran Canaria una vez que la situación lo permitió.