Los servicios médicos de atención primaria y de urgencias en Canarias se enfrentan a una situación crítica, marcada por el agotamiento del personal y la falta de recursos necesarios para atender a la población, especialmente durante el reciente repunte de las urgencias. Este aumento se ha producido debido a la ola de calor y a los episodios de calima que han afectado a la región.
La escena se repite en múltiples centros hospitalarios de Canarias, con pacientes que se ven obligados a esperar durante más de 12 horas para recibir atención médica. Los sindicatos han vuelto a levantar la voz de alarma respecto al colapso de las unidades de urgencias en los hospitales de referencia.
Este colapso no solo afecta a la atención inmediata de los pacientes, sino que también conlleva la cancelación de intervenciones quirúrgicas programadas y la saturación de los pasillos de urgencias. Las ambulancias, por su parte, enfrentan largas esperas para transferir a los pacientes a las instalaciones médicas adecuadas.
Desde la Consejería de Sanidad se asegura que se está trabajando en un plan de actuación para abordar las urgencias que puedan surgir con la llegada de las gripes estacionales, una vez que la región deje atrás las altas temperaturas. Esta medida se presenta como un esfuerzo por aliviar la presión sobre el sistema de salud en Canarias y garantizar una atención adecuada a la población en medio de las condiciones climáticas extremas que han afectado la región.
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